jueves, 7 de agosto de 2008

La sociedad perfecta

Mientras veo la nueva serie yanquee de estreno, "Salvando a Grace", me parece comprobar una vez más que los norteamericanos - los únicos "americanos" de América, según su concepto del mundo- creen que los adolescentes inadaptados psicópatas asesinos tienen, por huevos, que escuchar metal y/o industrial. Alemán para más señas. xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
¡Ojo con estos pelafustanes de Illinols,
seguro seguro que son delincuentes!

Además, su habitación tiene que estar pintada de negro, con calaveras por doquier. Y deben suicidarse. No hay redención para estos chicos, así de simple.
Lo curioso es que el mismo grupo alemán que escuchaba el mozalbete pedófilo-raptor de este primer capítulo de marras, es el mismo que oían los adolescentes iracundos de la matanza de Columbine en la misma Yankeelandia.
Recordando mis días de difícil y tontaca adolescencia, con mis camisetas de calaveritas, monstruos y grupos de metal en el colegio, me da la leve idea de que en los EEUU mi mentecilla en formación hubiera sufrido un colapso atómico de proporciones. Vamos, que la alienación y el rechazo social generalizado por mi pinta potencialmente criminal me habría indicado como una autopista aérea, el camino hacia el psicoanálisis en el mejor de los casos. Y a las drogas, un expediente manchadito y una vida sexual poco recomendable, de seguro.
Y a lo mejor, hubiera terminado cruzando los estados con un tipo violento en un coche de puta madre, cometiendo asesinatos de los que tendría que encargarse de resolver el FBI.
Es que los norteamericanos es lo que tienen: todo lo malo es externo. Todas las malas influencias en los adolescentes y en la sociedad yankee en general, son de fuera: la música, las pintas, los libros. Todas esas cosas culturales nefandas que les llenan de muerte, disparos y matanzas a esas locas cabecitas anglosajonas y ultracristianas.
No es la venta masiva de armas, no. No es su absoluta falta de autocrítica en todos los sentidos posibles. No es su sistema político de una brutalidad de libremercado horrible. No es que carezcan totalmente de seguridad social. No es que tengan millones de homeless y diferencias socioeconómicas terroríficas. Tampoco es la exaltación de la violencia las 24 horas del día, a través del peor periodismo del mundo porque encima van de independientes. Ni menos su asqueroso ultrapatriotismo, su pútrido puritanismo patético y ridículo, el tremendo racismo ni el chauvinismo y la intolerancia a prueba de cualquier razonamiento.
No.
Antes eran los ingleses. Luego, los rusos. Y, ahora, los europeos, los iraníes, los norcoreanos, etc., etc., etc.
Y no es que que los demás países sean mejores. No pretendo en ningún momento realizar exaltaciones patrioteras baratas, porque todos sabemos dónde aprieta el zapato ya sea en el lugar en que estamos o en el sitio de donde venimos, aunque miremos para el lado, lo neguemos con vehemencia o nos encerremos en ideologías idiotizantes de tal o cual mano. Detesto los nacionalismos, por eso no acepto nacionalismos de nadie. Ninguna puta sociedad de este sobrepoblado mundo pasa la prueba del algodón y no hay ningún ejemplo que valga la pena o, por lo menos, nadie está dispuesto a mejorar las cosas.
¡Joder! ¡La de tonterías que me he puesto a elucubrar con ver el primer capítulo del super estreno.
Y, lo peor de todo, es que no me gustó la serie. Y parecía tener buena pinta...






1 comentario:

Ilovemycats dijo...

Milca, esta buenisimo, sobre todo eso de que " ninguna sociedad para la prueba del algodon" es como para apuntarlo en mi libreta personal....
Todos los seres humanos aun estamos muy prehistoricos, tratando de sobrevivir aun, aun conservamos molares de hace milenios ... cuando ya no nos crezcan.. creo que va a ser el momento en que estemos evulucionando hacia una mejora de nuestras sociedades
Blanca.